
ANÁLISIS INFANTIL
Es una forma de tratamiento e investigación que utiliza el juego de los niños para ayudarles con sus problemas.
Ser padre, no solamente no es fácil, es la responsabilidad de más alto nivel a la que tenemos que hacer frente cada minuto de la vida de nuestros hijos y para la que en ocasiones no estamos preparados.
Exige por tanto, disponer de un minino de información, esfuerzo, constancia, sacrifico, consenso entre las opiniones del padre y de la madre… y una altas dosis de paciencia y autocontrol emocional. Y por muchos intentos de hacerlo todo bien, siempre fallamos en algo, es humano y por tanto también tenemos que ser tolerantes con nuestros errores.
Los niños, están en continuo proceso de aprendizaje y cambio, tienen que atender y responder a nuestras indicaciones y nuestros límites, y algunos se resisten a asumir y aceptar las cosas que no les gustan, su mundo interno goza de múltiples fantasías, de impulsos, de deseos con una necesidad inmediata de conseguir. Pueden expresarse con rabietas, con ciertas dosis de agresividad, con miedos, tristeza, baja autoestima, problemas de atención, hiperactividad, bajo rendimiento escolar, problemas de conducta… La adolescencia, como es bien conocido, es una etapa de gran dificultad, tanto para los chicos, como en el abordaje familiar.
Es en estos casos cuando se hace imprescindible la intervención de un psicólogo.
Trastornos mas frecuentes en Niños
Déficit de atención
TDAH
Problemas de atención y concentración. Problemas de hiperactividad (habla en exceso, es muy inquieto) e impulsividad (dificultad para organizarse, no planifica).
Problemas de aprendizaje
Dificultades en la lecto-escritura, errores ortográficos, dificultades en los problemas matemáticos.
Problemas con los estudios
Bajo rendimiento académico, pocos hábitos de estudio, no sabe estudiar, fracaso escolar.
Negativismo desafiante
Problemas de comportamiento, desafía y discute mucho con los adultos, incumple las normas.
Déficit en el autocontrol emocional
Agresividad, no sabe controlar sus emociones, explosiones de ira.
Ansiedad
Tiene miedos (a la oscuridad, a separarse de los padres, a hablar en público…)
Se preocupa de forma excesiva
Tiene sofocos, mareos, sudoración
Evita situaciones que le produzcan malestar.
Problemas afectivos
Comportamiento agresivo, irritable, triste, cambios en el estado de ánimo, problemas de ingesta y sueño, bajo rendimiento académico.
Problemas adaptativos
Cambios de comportamiento, de estado de ánimo, de resultados escolares después de una separación, cambio de lugar de residencia, etc.
Tics
Tics motores (mover el cuello, parpadear…) vocales simples (aclarar el cuello, inspirar…) complejos (saltar, tocar…) y otros
Problemas de la eliminación
Problemas con el control de esfínteres (“pipi o caca”)
Alteraciones del sueño
Miedo a irse a dormir, pesadillas, terrores nocturnos, insomnio, ritmo del sueño alterado.
Trastornos de la conducta alimentaria
Deseo excesivo de adelgazar, preocupación extrema por ganar o perder peso, imagen corporal alterada, insatisfacción personal.
Déficit en habilidades sociales
Timidez, aislamiento social, inseguridad, dificultad para hacer amigos.
Si te sientes identificado con algunos de estos síntomas

